domingo, 13 de diciembre de 2009

En un papel blanco

En un papel blanco se firmó el contrato.

Ambas partes reconocieron cuáles son sus intenciones y qué es lo que cada una espera de la otra. Están detallados uno a uno todos los pasos a seguir.

En este papel blanco, el contrato se formalizó.

En las cláusulas se definen los derechos, las obligaciones y las ganancias... será qué es posible ganar algo cuando todo se ha perdido? es posible considerar que tenemos derechos cuando los hemos pisoteado todos? y las obligaciones, para qué existen si solo nos atormentan?

Este papel blanco es la prueba de que existe "el contrato".

Todas y cada una de las manías están expresadas de manera "jurídica". Nada quedó al azar y si abajo están estampadas las firmas... es porque de verdad "van a cumplirse al pie de la letra" todas las cuestiones. Será que eso significa "negarse a sí mismo"? tratar de cambiar? o aceptar lo que no nos gusta?

Este papel blanco parece que viene a insultar con su gran título... "contrato".

No sé si tendrá validez... la verdad. Tampoco sé si con el tiempo continuará sirviendo para lo que hoy fue redactado. Este contrato... no es más que un papel inerte que viene a escupir lo que yo no soy, lo que no voy a ser... y lo que no voy a poder cambiar.

Este contrato, en este papel... no significa nada.

No sé tampoco si cuando espere alguna señal, pueda resolver todas mis dudas repasando una a una las cláusulas... este contrato no es más que una prueba de que... a veces somos "mucho", a veces somos "poco" y otras veces "simplemente no somos".

Mi firma en un papel... mi palabra... vale un contrato.

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