domingo, 25 de octubre de 2015

A veces no basta

Tengo muchas ganas de hablar contigo. No sé de qué hablariamos, pero me gustaría hacerlo.

Quisiera poder escribirte cosas sin sentido, aun cuando pueda parecerte tonto... o que ni le prestaras atención.

Quisiera poder mirarte y saber que aun podemos ser amigos. No sé, a lo mejor esto sea pedir demasiado y ya no vale la pena.

Hablarte, nada más. No tengo declaraciones de amor, ni reproches, ni poemas.

Con saber que podemos mantener una conversación, es más que suficiente.

Yo quisiera.

Pero a veces eso no basta.

domingo, 28 de junio de 2015

Lejos

Lejos.

Estamos lejos.

Lejos de querernos. Lejos de perdonarnos.

Lejos de besarnos, de hablarnos.

Lejos de aprender de nuestros errores para recomenzar.

Lejos de entender que nuestras diferencias son las que nos atraen.

Estamos lejos.

Lejos de dedicarnos poemas, de decirnos cursilerías.

Lejos de soñar juntos. Lejos de cumplir metas.

Lejos de mirarnos a los ojos y comprender nuestros silencios.

Lejos de apoyarnos cuando nos equivocamos.

Lejos de cuidarnos cuando tenemos miedo.

Estamos lejos.

Lejos de olvidar nuestro orgullo.

Lejos de comprendernos.

Lejos de tocarnos y sentir que nuestra piel se eriza.

Lejos. Lejos. Tan lejos de amarnos.

Que no volverás

Donde estás?

Por qué te fuiste amor de ojos negros?

Me dejaste esperado un momento que nunca llegó. Creí, como una adolescente, en todo lo que no me dijiste.

Confusamente, esperé señales. Palabras, gestos.

Te fuiste, amor de ojos negros. Amor de cejas anchas. Amor de tantas canas.

Yo sé que no volverás.

Aun te pienso, amor de ojos negros

Aun te pienso, amor de ojos negros.

Aun sé que mi corazón te espera y aunque duelan las palabras, sé que más allá de todo lo que nos lastimamos, mi amor sigue firme.

No me pidas explicaciones, porque no sé cuales son. No sé, amor de ojos negros, porqué después de tanto tiempo, aun tus canas me envuelven... no sé porqué aun tu voz me embriaga y aunque no estés a mi lado, con solo acordarme mi cuerpo se estremece.

Me gustaría decirte tantas cosas, amor de ojos negros. Decirte cosas sin sentido, palabras de amor, quizás... palabras cursis que nazcan de mi corazón... y que si me pedís motivos... seguro que no habrán.

Aun te pienso, amor de ojos negros.

Sí, aunque sé que no vale la pena un solo pensamiento. Un solo recuerdo.

Sí, todavia espero. No sé qué, pero espero.

Puedo dejar

Puedo dejar que me mires, que me hables, incluso... puedo dejar que me toques. Puedo dejar que me beses... pero no puedo permitir que entres a mi corazón.

Puedo dejar que aparezcas, que me digas las mismas cosas "de siempre". Que esperes que yo te mire y que envuelvas mis pensamientos.

Puedo dejar que me beses. Puedo incluso dejar que me ilusiones.

Puedo dejar que desordenes mis pensamientos... pero lo que no puedo dejar es que amanezcas en mis sueños... como antes.

Mientras vos

Mientras vos intentás sobrevivir tu mundo.

Mientras vos querés mostrar que estás "contento" y que las cosas que "tenés", son precisamente las que necesitás en tu vida para "estar tranquilo".

Si, mientras tanto vos... te negás lo que sentís.

Si, mientras vos, querés olvidarme... mientras vos... intentás por las noches negarme.

Mientras vos hacés eso. Ocupas tu mente con "tanto para hacer".

Yo, acá, te pienso, te extraño. Te espero y te quiero.

Yo, acá, sigo preguntandome como es posible seguir sintiendo esto que siento... si en el fondo... mientras vos, me olvidás cada segundo... me seguís pensando... como siempre.

Te escribo y sé que estás ahí.

Sé que me mirás, disimuladamente... y que practicás conversaciones que no vamos a tener nunca.

Sé que te gustaría entender porqué sucedieron así las cosas y porque el amor que pudimos haber compartido se corrompió entre tantas dudas.

Sé que buscás excusas para pensarme... y que uno a uno todos los recuerdos se agolpan... que te molesta no poder olvidarme y que te encanta imaginar mi olor... envolviéndote.

Sé que quizás no te acuerdes de todas las canciones que te dediqué, ni las frases cursis que te dije... pero sé que no podés sacar de tu mente, mis gestos y mis tics nerviosos.

Sé que te encantaría recomenzar. Que darías "un poquito" por poder entablar una conversación "ingenua"... sé también que cuando la confianza se pierde... muy difícilmente podemos comprendernos.

Sé que te cuesta pedir perdón. Que reconocer públicamente que hiciste algo mal, te duele, porque pensás que mostrás que sos debil.

Sé que si fueras capaz de admitir que te equivocaste... las cosas que nos separan serían menos.

Sé que mientras ver pasar los días, uno tras otro... el tiempo, tu tiempo pasa... y nada de lo que verdaderamente vivís, completa tu existencia.

No te olvidaré


Tengo presente que jamás te olvidaré.

Así es. Estará tu voz en mi cabeza dando vueltas y recitándome poemas pidiendo tiempo para no partir.

Tu porte, tu andar sereno. Tus piernas largas y tus brazos fuertes tambaleando al mismo ritmo. Voy a ver que venís a mí, en mis sueños, una y otra vez.

Tu olor. Tus gestos. Tu risa... estarán todos los días.

Pero así como yo no te olvidaré... así mismo aunque no quieras, me vas a ver llegar, me vas a hablar... vas a mirarme a los ojos... y cuando sientas que la soledad te inunde... vas a darte cuenta de que la distancia puede ser tan poco frente a la voluntad de "no reencontrarnos".

No es lo mismo sobrevivir... que vivir.

No te olvidaré nunca.

Pero vos, no podrás vivir sin mi.

jueves, 4 de junio de 2015

Ojalá

Ojalá pudieras escuchar lo que pienso.

Las cosas que se me cruzan cuando te imagino parado cerca de mí.

Tan alto, tan serio. Tan distraído.

Te imagino caminando, despacio, buscando algo que no se te perdió... pensando en cosas que nadie más podría pensar.

Ojalá pudieras sentir lo que siento.

Esos sentimientos tan absurdos que nacen y mueren en un mismo instante.

Esas emociones tan dulces que esperan que vuelvas... a pesar de saber perfectamente que todo es ilógico y que a pesar de lo que sentimos, las palabras ya fueron dichas.

Se acabaron los temores. Se acabaron los temblores.

Se terminaron los afectos.

Ojalá pudieras ver lo que yo veo.

Tu piel tostada reflejada en un espejo frente al que no estás.

Tus ojos negros, redondos, profundos, distantes.

Tus canas rebeldes. Tus brazos fuertes, tu espalda tan ancha.

Ojalá pudieras creer en lo que yo creo.

En un amor sincero, inocente, cursi.

En una palabra, en una promesa. En una sonrisa.

En sueños casi imposibles. En esperanzas inexplicables. De eso se trata, no? de creer en algo que no podés explicar.

En sentimientos transparentes... esos, esos que te asustan.

Ojalá pudieras, ojalá.

viernes, 29 de mayo de 2015

Yo no te extraño

No te extraño por lo que sos en realidad. Te extraño por las cosas que sueño que compartimos. Te extraño porque tus manos tocan las mías y recorren cada espacio como cuando la lluvia moja cada hoja del jardín.

Te extraño por las noches cuando la luz del sol se va. Porque es como si fuera que lo negro de tus ojos me miran y me descubren.

No te extraño por las cosas que me decís. Te extraño por aquellas que yo espero que me digas. Por aquellas que yo imagino que decís y por aquellas palabras que no escucharé jamás.

Te extraño porque mi vida no depende de lo que vos hacés, ni de las veces que rompés mi corazón... te extraño porque a pesar de todo, sentir lo que siento, demuestra que puedo emocionarme pensando en las cosas que no nos pertenecen y que porque a pesar de todo... no tenerte es un privilegio.

No te extraño porque me quieras. Te extraño porque no podés estar conmigo. Porque a pesar de las veces que intenté olvidar, una y otra vez viniste a mi mente y me demostraste que no vale la pena esperar algo que es imposible.

Te extraño por las veces que lloré tu ausencia. Porque me di cuenta que si estabas a mi lado, las cosas serían más y más difíciles y porque a  pesar de todo, no tengo la capacidad ni la fuerza para luchar por alguien que no tiene voluntad para luchar por mí.

No te extraño por lo que sos, ni por lo que podés ser. Te extraño porque me duele saber que queriéndote pierdo mi tiempo.

Yo no te extraño. Simplemente siento añoranza de una ilusión que me dolió.