viernes, 29 de enero de 2010

Nubes

Sobre la mesa están todos los papeles. Cuidamos todos los detalles, pero siempre algo falta. Parece que el destino nos juega una broma.

En el centro de la sala... una lámpara. Tenue ilumina todo el ambiente y de repente entre las cortinas un viento leve llega hasta mí. Este es el momento. Este.

No puedo continuar sintiendo lo mismo cada vez que te vas. No puedo seguir con este duelo eterno cada vez que tenés miedo de seguir. No vuelvas fantasma! No vuelvas fantasma inseguro de tus sentimientos! No vuelvas cada vez que tenés ganas de jugar con nuestros corazones.

Suena la misma canción de siempre. Vos venís, te servís el mejor vino, decís las mejores bromas, traés los mejores regalos... endulzás mis labios con los más dulces besos... me tocás con las más suaves manos... y sin embargo... todo es parte de una farsa!

Me encantaría comprender porqué. Qué soy yo para vos? Cuál es la fuerza tan poderosa que te acerca? Por qué sueño todavía contigo? y sobre todo... Por qué todavía sonrío cuando te veo llegar?

En cada uno de los papeles, están las cartas que te escribí todo este tiempo. Están plasmados todos los momentos. Tu perfume me envuelve y me embriaga. Qué hago? Cómo hago?

Ya no puedo perder el control de la situación. Si querés irte. Conocés bien el camino. Ojalá no regresaras. Ojala encontraras la paz que tanto necesita tu corazón. No quiero sentirme mal esta noche. Es más... ya no voy a sentirme mal nunca más.

Esta noche... cuando la luna te toque... cuando el viento te roce, cuando cierres tus ojos y te pierdas en la nube de los sueños... esta noche... esta... yo me voy... y me voy, para siempre.

En la noche negra, se esfumó mi alma.

viernes, 22 de enero de 2010

Duendes

En noches como esta, una a una aparecen las estrellas llorando tu nombre. Una a una todas se alinean para recitarte las más dulces poesías tratando de enamorar a tu corazón pálido y frío.

La noche cómplice de las culpas, mientras las estrellas lloran, ríe tímidamente al ver que nada te toca, nada te ablanda, nada te emociona.

Cómo es posible que tu corazón se haya convertido en piedra? cómo es posible que las lágrimas no laven tu aspereza y dejen brillar tu paciencia?

Las palabras no te convencen y los duendes, todos te esperan. Vienen lentamente caminando a robarte un beso, un quizás, una canción. Los duendes con palas y asadas cavan la tumba de mi amor.

Las nubes se fueron. Los truenos avisan que llega el diluvio de todos mis sentimientos. Cómo hago para no partir? cómo hago para no sentir rencor? cómo hago para perdonar?

El llanto de las estrellas no conmueve el ambiente. Puede ser que la madrugada, con su oscuro rostro nos envuelva y seamos uno solo, como fuimos antes.

La lluvia llegó. El fétido olor de la tierra muerta me envenena. Los duendes se escoden... han cumplido su trabajo. El amor se fue. El amor se murió. El amor se enterró.