jueves, 30 de junio de 2011

Un momento

Pasá. Tomá asiento.

Podés cambiar la música, si no te gusta.

Esperé este momento tantas veces. Tardó en llegar, verdad? No sé como empiezo... o empezás vos... contame... qué andás haciendo... por qué volviste? qué se te perdió? qué hizo que tomaras esa decisión si hace tanto tiempo que las cosas dejaron de ser lo que esperábamos.

Querés saber cómo me va? bien, ya ves. Sigo en las mismas... volando tras mis sueños e intentando ser feliz... buscando razones para que mi loco y acelerado corazón se realice... intentanto, con muchas recaídas, ser mejor persona... menos ambiciosa y menos competitiva. La mayoría de las veces, fallo... caigo y aunque me duela por varios días, trato de levantarme... una y otra vez.

Que si me gustan las viejas canciones? ya no. Las olvidé.

Que si todavía espero que regreses? ja! eso alguna vez pasó?

Que si perdoné? no lo sé. Debería preguntarmelo alguna vez... por el momento sigo mi camino...

Cuáles son mis planes? tengo tantos!!! tengo tantos proyectos, tantos sueños, tantas ilusiones... intento alcanzar cada día un poco de las metas que me trazo... ojalá cuando llegue a la vejez, pueda mirar para atrás y ver en mi camino, que hice todo aquello cuanto quise y que en ese proceso de caminar todos los días fui feliz, enteramente. Que me acompañaron tantas personas y tantas personas dejé en paradas... que volví a reencontrarme con las personas que amo, que me aman... y que en ellas dejé mi corazón... y ellas me regalaron risas, lágrimas, palabras de aliento, reproches... pero por sobre todo... que me dieron su vida y yo les regalé la mía.

Ya ves, sigo. Soy feliz... y tengo lo que necesito... podés marcharte por donde llegaste... que si volvés a irte... nadie, ni yo, nos daremos cuenta.

Lo que tengo, es más de lo que merezco. Lo que tengo es lo que quiero para mí... y lo que yo crea que no me gusta, me ayuda a complementarme como persona.

Andate. Nada hace falta... todo sigue su camino. Yo sigo el mío... y soy lo que soy.

martes, 14 de junio de 2011

Amenazas

Cuantas veces esperé una señal, la palabra justa, el momento indicado.

Cuantas veces esperé que después de la tormenta, vinieras a buscarme, me tomaras de las manos y juntos pudiéramos conquistar nuestro destino.

Cuantas veces, te soñé con los ojos abiertos, esperando que con un dulce beso me llevaras a volar.

Cuantas veces, mil!

Sin embargo, nada de lo que esperé se cumplió. Por más que quise creer día y noche que vos me pertenecías y que mi vida era tuya. Por más que quise entender cada uno de los gestos, cada una de tus locuras.

Esperé tantas cosas... y recibí puras decepciones. Lamenté no tener la fuerza para alzar mis alas, cuando todavía podía escapar sin salir herida. Te di mis voluntades y mis esperanzas.

Vi como una a una, mis poesías se deshacían en el viento... sin que tus labios pudieran pronunciarlas... dejé de creer en mi misma, por creerte, por esperarte... y por decepcionarme.

Las amenazas, de qué sirven hoy? de qué me sirven hoy las promesas... las culpas, las pocas palabras...

De consuelo me quedan mis sueños... que aunque cueste levantarse... uno a uno irán haciéndose realidad... me quedan las palabras que no pronunciaré... los besos que no daré y las caricias que me guardaré.

Amenazar con marcharme... no puedo... simplemente, me voy!