domingo, 29 de junio de 2014

Se acabó

Aunque es lo mejor, no puedo negar que me duele mucho la situación.

Aunque el hartazgo se haya apoderado de mi vida hace tanto tiempo y que piense que no puedo seguir soportando más, no niego que me parece tan triste y desagradable tener que aceptar que no me quisiste nunca.

Que siempre fui un canal de escape, una razón para olvidar los mambos, una diversión "barata" y una excusa para reir. No sé porqué sabiendo que todo esto me indigna, puedo seguir pensando que "me duele".

Ojalá pudiera ser capaz de ser valiente y dejar atrás todo esto. Olvidarme y olvidarte.

De qué sirvió todo lo que hice? de qué sirvió cuanto te quise?

Dejé mi vida pasar, dejé mi voluntad ser pisoteada muchas veces... dejé de pensar en mí misma y dejé que mi mente imaginara una "vida paralela" que jamás será realidad. Una esperanza "inexistente", una realidad "irreal".

Quizás fui tonta. Quizás ingenua. Qué se yo!

Me duele saber que ya no hay nada. Que quizás no hubo nunca nada y que yo nomás "me armé la película". Que yo nomás sentí todo cuanto sentí y que... debí haber aceptado "el papel" que me dabas.

Cuantas noches te soñé. Muchas mañanas te imaginé. Muchas madrugadas desperté pensando en vos. Cuantas veces en la lluvia te tuve a mi lado y vos ni siquiera te dabas por enterado.

Aunque duele todo esto. Aunque quizás seré débil otra vez... aunque quizás en algún momento te voy a mirar de nuevo... y en ese momento renacerán en mi corazón tantas tempestades... necesito encontrar las razones justas para "desterrar" tanta tristeza.

Duele todo esto. Dolió desde el principio.

Al hacer un balance de todo lo que pasó... llego a la conclusión "amarga" de que siempre me mentiste, me engañaste y me usaste. Sé que, de alguna manera, yo permití y fui cómplice... sin embargo... como hago para terminar de llorar todo lo que tengo que llorar y todo cuanto tengo que perdonarme?

Se acabó. Espero que sí, que definitivamente se haya terminado.

jueves, 19 de junio de 2014

Amo el amor que nace en tus ojos

Amo cada gesto, cada mirada, cada palabra.

Imagino todas las noches una caricia que erice mi piel y que toque cada una de las notas de mi cuerpo. Todas las noches espero una señal clara y concreta de lo cerca que podés estar de mí.

Amo todas las canas en tu pelo. Cada surco que marca tus labios, cada parpadeo que das. Amo el espacio entre tu cuerpo y el mío; amo el aire que respirás, amo tu olor, tu calor, tus movimientos.

Todas las noches toco con mi mente tus manos y me enredo entre tus brazos. Todas y cada una de las madrugadas te tengo a mi lado, abrazandome fuerte, llevandote cada suspiro de mi vida.

Amo tu altura, lo inmenso que me parecés cada vez que te miro. Amo tu espalda ancha, mano tus manos, tu piel y tu barba. Amo lo cerca que estás y lo lejos que se me hace para poder tocarte.

Amo tus silencios. Tus explicaciones que nunca entiendo. Amo que tengas la razón, aunque no me guste. Amo que estés ahí...

Amo tus ojos. En ellos, yo me pierdo.

domingo, 8 de junio de 2014

No pude evitarlo

Intenté ser normal. Intenté disimular y convencerme de que podía manejar la situación y que no me iba a "descarrillar" como las veces anteriores, pero no pude.

Quise, lo juro. Quise ser una mujer integra y comedida. Quise entender que no siempre se tiene lo que se quiere y que muchas veces, quienes te quieren, no pueden estar contigo.

Procuré con todas mis fuerzas, ser una persona estable... y no dejarme llevar por mis impulsos... intenté! muchísimo! Solo que fue... muy difícil.

No estoy orgullosa de lo que pasó... una vez más. No puedo negar, sin embargo, que mi corazón está más tranquilo. No puedo negar, tampoco... que prefiero que me odies y estar segura que no volverás... a tener que vivir con la incertidumbre... será que me querés? será que alguna vez estaremos juntos? será que alguna vez entenderás cuanto me importás? será que... no! yo sé, que no es lo mejor, ni lo más cordial... pero prefiero profundamente que no me soportes y que me tengas rabia... así... protejo mi corazón... y mi amor.

Intenté controlar mis sentimientos. Intenté no decir "malas palabras". Intenté no dejarme vencer por el miedo... pero no pude. Por más que le puse mi energía a todo cuanto hice, lamento no haber sido capaz.

Reconozco mi debilidad y mi inmadurez. Reconozco que no soy lo que esperabas... que soy mucho más y que sin embargo... nunca fui suficiente.

Lamento haberme conformado con tan poco. Lamento no haberme respetado cuanto merezco y lamento no haber sido capaz de marcharme antes.

Sé que ahora soy "la mala", "la desubicada", "la bipolar". Sé que nada de lo que haga ni diga dará marcha atrás a lo que hoy pensás de mí... y me alegro. Eso garantiza que habrá la distancia que hace tanto necesito.

No pude evitar ser grosera, mal educada... irónica... no pude evitar insultar y decir lo que no pienso. No pude evitar parecer "una loca", "una enferma". No pude evitar guardar mi miedo... porque este fue creciendo y apoderando de mi alma.

Lo que hice, estoy segura, que no fue lo mejor... sé que quedé como "paranoica"... sé que no es lo "esperable" de una dama... en realidad... no soy una dama... soy apenas una mujer con miedo y harta de ocupar un lugar que no me pertenece y que no merezco.

No pude evitarlo. Lo intenté. Puse todas mis fuerzas para domar a "la fiera" que habita en mí.

No pude. Creo que fue lo correcto.

martes, 3 de junio de 2014

La mentira

Desde hace días quiero escribirte.

No sé qué ha impedido hacerlo. Sé que con el tiempo este blog desaparecerá. Que nadie nunca sabrá de su existencia y que sin embargo... aquí se plasmaron todos los sentimientos y "los nudos en la garganta" a punto de explotar.

Sé que no sabrás que aquí te dejé mucho más de lo que podrías creer. Sé que no serás capaz de entender cuán duro ha sido todo este tiempo. Sé que todo lo que aquí está escrito... no lo vas a entender... ni valorar jamás.

Seguro que la "bipolaridad" es un rasgo que me caracteriza. Sé que muchas veces te reiste de mí y que encontraste muchas razones para "burlarte". Sé que no soy aquello que esperás y que lo que esperás es muy mediocre.

Sé que soy muy caprichosa. Que soy infantil y que soy inestable. Sé que por más que "quizás intentaste"... lo que encontraste "no es lo que esperabas"... y sabés por qué? porque soy mucho más de lo que te merecés.

Entiendo que las cosas no sucedan como queremos. Que todo tiene su tiempo y que "nuestro tiempo" hace mucho que terminó... que intenté arrastrar y que "aguantara" un poco más... pero eso lo único que hizo fue alargar la tortura.

No sé si estuvo bien. Creo que no. Pero el egoísmo muchas veces nos obliga (sin darnos cuenta) a hacer cosas que "nos duelan menos" por simple cobardia. Creí que todo cuanto podiamos lastimarnos era más que suficiente... pero no.

Todavía el fantasma de la mentira me ronda. Todavía aparece por las noches y me toca con las manos frías, con la intención de despertarme de la ilusión de creer que "nos queremos". Yo pensé que el amor existía... pensé que era un sentimiento que, por más que no pudieramos compartir, nos permitiría sentirnos completos.

Yo pensé que el amor podía "hacer que nos aceptaramos" con cicatrices y con golpes del pasado.

Me equivoqué.

Pensé muchas cosas. Pensé que la mentira ya no era capaz de dolerme.

Sí. Me duele aún.

Las últimas palabras?

Se desordenaron todos los papeles.

Las lágrimas, se confunden con la lluvia que recorre todo mi cuerpo. Mi paciencia se oscureció y aunque, en el fondo, los sentimientos siguen siendo los mismos, el cansancio y el estrés que genera la situación... poco a poco se cayeron y se rompieron en mil pedazos.

Las palabras ya no son creibles.

La noche negra envolvió todos los momentos. No hay nada que aclarar. Lo que hubo se esfumó y aunque el fantasma ronda... el viento, no perdona.

Todo aquello en lo que creí se perdió. Las notas de las mismas canciones no suenan iguales, a pesar de ser las mismas que me acompañan desde hace tiempo. Cómo podemos escapar de las culpas, si después de todo... solo queremos vivir tranquilos?

Los papeles en el suelo, ensuciaron todos los rincones.

Mancharon de sangre cada espacio.

Las lágrimas desgastaron los últimos sentimientos y a pesar de que intenté ser "coherente" con lo que sentía, no pude.

No es posible reconocer y aceptar que no somos infalibles. Cambié de opinión. No puedo ser feliz viviendo en medio de mentiras y de migajas.

Espero que estas sean las últimas palabras. Merezco que sean las últimas.