martes, 25 de junio de 2013

La última carta

Hola

Estamos llegando al final. Solos y cada uno por su lado.

Las palabras suenas muertas. Buscan algo que no existe y viven diciendo verdades a medias. No logro entender porqué mi corazón se vuelve loco cuando me acuerdo de vos.

Te miro y no sé en qué parte me perdí.

Escucho lo que me decís e intento comprender... pero bien o mal, esto ya no me gusta. Me asquea y me confunde. Todo querés, decís... todo querés, pero no podés... como es eso?

Las noches son estúpidamente tontas.

Las mañanas, llenas de moretones, vienen a mi encuentro y ahí... ahí donde pienso que las cosas cambiarán... en ese preciso momento, es cuando me doy cuenta de que el final llegó.

Por qué cuesta tanto? por qué duele tanto?

Un exorcismo... un rezo, una plegaria... qué puedo hacer?

El final está acá. Me toca, me besa y me hace el amor... yo simplemente, me dejo querer... para morir cuando abra mis ojos.

El final, me duele. Y sin embargo, ya no tengo lágrimas para llorar.

lunes, 24 de junio de 2013

Canto

Esta noche te canto como nunca.

Una voz a lo lejos me responde. Es la tuya? o es apenas el viento que me hace acordar que estoy sola y que no importa cuanto intente, no vas a reconocer que te quiero.

La misma canción de siempre. La reconocés? o simplemente es un rumor en la oscuridad que no logra disipar esto que siento... como entiendo que lo que no fue, ya no fue?

Bailo entre las piedras. Las palabras me clavan una a una y en mi pecho, un dolor agudo me impulsa a despertar. Abro los ojos y en medio de la nada, todavía te quiero.

Esta noche, fría, congelando mis sentimientos, cuarteando cada uno de mis recuerdos, diciendome a cada segundo que lo que no fue, ya no fue...

Bajo la piel, el mismo olor. Bajo las caricias, las mismas mentiras. Todavía "hago como si fuera que", con tal de no sufrir tanto o sufrir todo de una vez.

Vos me entendés? Porque yo no entiendo!

Te imagino aquí. Me pierdo en tus ojos profundos y redondos y siento mis dedos entre tu pelo canoso. Te imagino aquí... es como si fuera que estás y ni vos te diste cuenta!

La noche lluviosa te lava de culpas. Te das cuenta que hemos pasado por esta misma situación un montón de veces? Cuántas veces más hacen falta para que nos perdonemos? Y nos olvidemos?

Esta noche, te canto la misma canción... con la misma pasión y con el mismo amor.

La misma canción que describe uno a uno todos mis latidos y las tristezas de mi alma. Por qué tanta añoranza?

Te extraño. Mucho. Y mientras te canto, una lágrima lava mis penas.

martes, 18 de junio de 2013

Te espero

Te espero por las mañanas, para que me des los buenos días… busco cada segundo un gesto que le dé sentido a esta espera. El amor despierta y entre las sabanas tibias aun, se queda tu olor imaginado… tu respiración que no estuvo… las palabras que no dijiste.

Te espero por las tardes, tomando un café que sorbo a sorbo me endulza y me transporta hasta tus pensamientos. Todavía canto las mismas canciones, todavía repito las mismas palabras. Esto es súper difícil. No puedo avanzar y aunque intente dar unos pasos, siento que me caigo y que me pierdo en la soledad.

Te espero todas las noches. Con un simple saludo, la esperanza tendrá respuestas. No es posible que a pesar de todo lo que ya pasó, yo siga intentando encontrarte, sabiendo que te escondiste…

Todavía te espero. No sé por qué. No sé qué quiero… solo sé que la espera duele.

Han pasado muchas cosas

Nos conocimos más… nos encantamos más y nos desencantamos más todavía. Ha sido un proceso complicado… más de lo que me hubiera imaginado. Pero sí.
Lo único, después de todo este tiempo es que siento “cosas” por vos. Cosas que me confunden y que me desequilibran. Dentro de mi mundo estructurado y con tantas reglas, la incertidumbre de un sentimiento que desestabiliza, me da miedo.
Pensé demasiado. Le di mil vueltas a todo lo que pasamos y la conclusión a la que llego es esta: fue una pérdida de tiempo, de energía, de sentimientos, de voluntades… dejamos que nos contaminen momentos y situaciones que no podíamos controlar y que más allá no iban a llegar.
Pienso en vos. Te sueño, te escucho. Te imagino, así como imagino vivir cosas contigo. Es como si estuviera viviendo un universo paralelo, donde ni vos ni yo tenemos una historia. Eso suena imposible, verdad?
En los últimos meses, literalmente, me perdí. Yo no sé cuáles han sido las razones. Simplemente pasaron cosas de las que no estoy orgullosa y que no quisiera volver a repetir. Dije cosas que no sentía y que no pensaba, porque en ese instante, me sentí atacada, humillada y engañada. Quizás me equivoqué… quizás realmente me mentiste… qué se yo!
Hoy ya no voy a decir que me borro… porque lo hice un millón de veces y siempre volví. Hoy voy a decir cuál es la explicación a lo que pasa.
Quise un amor de verdad… y te conocí.
Quise alguien a quien respetar y admirar… y cuando pensé que no había un hombre que pudiera lograr eso en mí, fui descubriéndote.
Quise soñar un proyecto de vida… y lo hice… aunque vos nunca formaste parte de este proyecto.
Quise sentirme protegida y contenida… y algunas veces cuando tuve problemas, me escuchaste… las otras, lastimosamente, te borraste.
Quise que me dijeras las cosas como son… y no solamente aquello que me doliera menos y sin embargo, solo escuché, estirando palabras de tu boca, el mismo cuento de siempre.
Mientras te ibas de vacaciones, yo me quedaba acá contando los días para que regresaras, porque te extrañaba.
Mientras te fuiste sin despedirte de mí, tantas veces, yo inventaba explicaciones para justificar que no me hayas tenido en cuenta.
Mientras me bloqueaste y me eliminaste de capítulos de tu vida, yo me culpaba “por mi mal carácter y mi mal comportamiento”, eximiéndote de culpas, diciendo que yo me lo merecía.
Mientras te borrabas los fines de semana, yo ocupaba todo mi tiempo haciendo cosas para no pensar.
Y las cosas pasaron. Y las mismas cosas dolieron. Esas mismas cosas dejan huellas y marcas que no son fáciles de borrar. Quizás hoy mis sentimientos estén pisoteados… qué importa… sin embargo, comprendo y con la misma voluntad que tantas veces puse para llevar adelante mis proyectos, hoy, desde el Caribe, puedo decir con seguridad… que no pienso volver a repetir la misma situación.
Dije cosas que no pienso. Usé palabras que no debí. Invertí mi amor en alguien que no es capaz de tomar una decisión para ser feliz… invertí mucho y siempre recibí muy poco.


Si no me quisiste nunca

Esta lluvia no me moja.

Este sentimiento ya no llora. El miedo y el frio ya no son iguales. Las palabras ya no dicen lo que esperamos escuchar…

Detrás de cada porqué… detrás de cada necesidad de una explicación… se presenta una y otra vez la misma mentira.

Me rompiste el corazón. Así como rompiste cada una de mis ilusiones. Si no me quisiste nunca, no importa. Si no me tuviste entre tus sueños nunca, tampoco importa.

Lo que duele hoy no es precisamente la falta de amor. Lo que duele es el silencio. Ese silencio que se para frente a mí, casi inerte, pálido y hediondo y que clava sus ojos blancos en los míos y me transmite un solo mensaje “solo vos pudiste esperar tanto”.

Nunca me quisiste. Eso es lo que sueño todas las noches.

Nunca me quisiste es lo que veo cuando miro el techo y lo único que encuentro es la soledad tan absurda que me lastima y me golpea tan fuerte… y no me da ganas ni de llorar.

Esta lluvia no me moja. Este viento no me asusta.

Las mañanas, una y otra vez vienen a mirarme. Tímidas. Buscando que despierte con ganas de olvidar…

Esta lluvia lava todas mis penas. Como hago para escapar? Ya no puedo seguir con esto que atraviesa mis voluntades.

Las gotas una y otra vez golpean mi cabeza.

No puedo negar que todo esto me lastima. Intento hacer como si fuera que no importa y que en verdad, no pasó nada. Intento no darte el poder de administrar mis sentimientos.

Si no me quisiste nunca, no importa. Yo si te quise y más de lo que pensé.

Si no me quisiste nunca, no importa. Mi amor no se desperdicia por haberte querido y que vos no sintieras nada…

Si no me quisiste nunca, no importa. Mi amor se multiplicó en cada beso que te di, imaginándote junto a mí, todas las noches. Mi amor se hizo grande en cada abrazo que no te di y que tuve ganas de darte.


Si no me quisiste nunca, está bien. Mi amor se hizo amor, aunque no hayas estado a mi lado.