miércoles, 3 de febrero de 2010

Retroceder

Retroceder... nunca.

No estoy dispuesta a cometer los mismos viejos errores. Pero qué pasa si esos errores llegan de vez en cuando, tocan mi puerta, me endulzan los oídos y me dan ricos besos?

No quiero volver a tropezar... pero qué ocurre si cuando siento que tengo más fuerzas que nunca, uno a uno se presentan ante mí y me piden una oportunidad para "recomenzar" desde donde no se puede?

Quiero que esos viejos y temidos errores desaparezcan. Que puedan morir en paz y que cuando se vayan no dejen huellas... que no quieran regresar y que por sobre todo... no lo hagan. Que cuando tengan miedo de ser libres, puedan elegir otro camino para perderse, lejos de mí.

Ya no puedo retroceder. Te miro y lo que veo no es lo que yo quiero para mí. Te amé mucho, te quise más de la cuenta... pero la verdad? cuando miro un poco más a fondo, eso que veo, no es lo que yo espero. No puedo convencerme de que podré ser feliz contigo... porque estoy segura de que no lo voy a ser.

Retroceder es triste. Retroceder da pena y solo nos dará cosas para lamentarnos. No podemos darnos el lujo de querer volver a pisar las mismas huellas, cantar las mismas canciones y sobre todo... sentir las mismas cosas.

Qué esperás vos para tu vida? Qué querés vos para tu futuro? yo ya no soy parte de tu presente. Yo ya no puedo ser parte de lo que esperás conocer... puedo pedirle al viento una caricia, puedo recordarte tomándome de las manos... pero no puedo recordarte cuando me dabas ánimos o me apoyabas porque tenía miedo.

Si te abro de nuevo mi vida... las puertas de mi vida, solo estaré dando paso a los mismos errores... y a los mismos sufrimientos... y yo, la verdad? ya no tengo ganas de pasar por lo mismo.

Retroceder? Nunca!

No hay comentarios: