Hoy no puedo llorar. No tengo fuerzas para eso. Hoy solo necesito sentirte a mi lado, para que me apoyes... no sueltes mis manos por favor!
Hoy tengo miedo... y en medio de lo que siento solo puedo decir que lo que suceda, será para mejor... igual tengo miedo! Dios! no me dejes, no nos dejes!
Hoy tengo mucha rabia... rabia porque no aproveché todo lo que tengo! y rabia porque no dije todas las cosas que sentí! las cosas que podían salvarme del olvido y las que me llevarían hasta el centro de la vida... hasta el centro del corazón.
Hoy tengo tantas cosas atragantadas... hoy, por qué hoy? por qué no las vomité cuando las sentí?por qué no las grité al viento cuando era tiempo?
Hoy, no me dejes. No me olvides, hoy dejame sentirte más cerca y que todo lo que suceda, sea porque está en tus manos y es el destino que nos toca vivir.
Padre, no me dejes. Dame fuerzas, reconozco mi debilidad y mis faltas, pero tengo miedo de sufrir y no ser capaz de enfrentarlo.
Sé que soy débil. Perdón por eso.
Hoy te necesito más que nunca, Jesús... tomá mi vida. Protegeme, a mí, a mi familia... que yo sin que estés en mi vida, no soy nadie.
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