Afuera hace frío. Es raro para mí que en esta época aún tenga que estar con tanto frío y en vez de tomar mi super tereré, esté tomando todavía mate... que me cueste levantarme por las mañanas y que solo quiera estar en mi casa.
Hoy, las flores se esconden... tratan de defenderse del miedo que les causa tu ausencia. Será que alrededor... el motor que necesitamos se descompuso? Será que ese motor, mi corazón, en este caso particular no puede compartir el color de tus ojos, el sabor de tus labios, la dulzura de tus palabras?
Una a una dejan caer sus pétalos. Esto es la primavera... el sol no está y en las noches el viento frío y solitario viene a tocar la ventana, para que yo... salga a mirar que ahí, en lo alto de la cordillera... detrás de la mole de piedra... no hay nada más, nada más que oscuridad.
De que sirve enviarte flores... si esas flores se marchitan cuando las mirás, cuando te acercás, de qué sirve que mi corazón sea un motor que late tan fuerte... si con tu ritmo no es posible combinarse.
Te mandaría flores... para alegrar tu día, te mandaría muchas flores de colores... sin embargo... en lo aburrido que está tu ambiente... el frío las mataría igual... tu luz no las alimentaría y como, ahora, afuera, se están muriendo... se morirían... si te acercás.
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