Esta lluvia no me moja.
Este sentimiento ya no llora. El miedo
y el frio ya no son iguales. Las palabras ya no dicen lo que esperamos escuchar…
Detrás de cada porqué… detrás de
cada necesidad de una explicación… se presenta una y otra vez la misma mentira.
Me rompiste el corazón. Así como
rompiste cada una de mis ilusiones. Si no me quisiste nunca, no importa. Si no
me tuviste entre tus sueños nunca, tampoco importa.
Lo que duele hoy no es precisamente
la falta de amor. Lo que duele es el silencio. Ese silencio que se para frente
a mí, casi inerte, pálido y hediondo y que clava sus ojos blancos en los míos y
me transmite un solo mensaje “solo vos pudiste esperar tanto”.
Nunca me quisiste. Eso es lo que
sueño todas las noches.
Nunca me quisiste es lo que veo cuando
miro el techo y lo único que encuentro es la soledad tan absurda que me lastima
y me golpea tan fuerte… y no me da ganas ni de llorar.
Esta lluvia no me moja. Este viento
no me asusta.
Las mañanas, una y otra vez
vienen a mirarme. Tímidas. Buscando que despierte con ganas de olvidar…
Esta lluvia lava todas mis penas.
Como hago para escapar? Ya no puedo seguir con esto que atraviesa mis
voluntades.
Las gotas una y otra vez golpean
mi cabeza.
No puedo negar que todo esto me
lastima. Intento hacer como si fuera que no importa y que en verdad, no pasó
nada. Intento no darte el poder de administrar mis sentimientos.
Si no me quisiste nunca, no
importa. Yo si te quise y más de lo que pensé.
Si no me quisiste nunca, no
importa. Mi amor no se desperdicia por haberte querido y que vos no sintieras
nada…
Si no me quisiste nunca, no
importa. Mi amor se multiplicó en cada beso que te di, imaginándote junto a mí,
todas las noches. Mi amor se hizo grande en cada abrazo que no te di y que tuve
ganas de darte.
Si no me quisiste nunca, está
bien. Mi amor se hizo amor, aunque no hayas estado a mi lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario