Te invito a ver las estrellas que brillan, como brilla tu mirada cuando se enfoca en mis mejillas... te invito a que mientras cae la noche, estés sentado a mi lado... respires el mismo aire que yo... y que observemos como pasa el tiempo... y que este no importa nada... si vos no estás acá.
Te invito a que esperes el amanecer desvelándote conmigo. Que mientras el frío nos envuelva, vos y yo podamos conocer qué hay más allá de todo esto. Qué puede existir después de que llegue el momento de decir la verdad.
Te invito. Sí. A que vengas para construir conmigo sueños que busquen realidades... que dejes que el todo y la nada se unan y que de esa unión, quizás absurda, florezcan esperanzas para continuar.
Sí. Ojalá vengas. Ojalá tengas el valor de aceptar las oportunidades que no van a llegar dos veces.
Ojalá tengas el coraje suficiente para perdonar, perdonarnos y sobre todo... para pedir perdón.
Te invito esta noche. Si no venís, que es lo más probable... confirmaré que el miedo, como siempre... te paralizó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario