El camino se presenta claro y silencioso. Las hojas de los árboles caen una tras otra, como las palabras que quedaron atascadas en mi garganta... quisiera poder abrir los ojos y sentir que estamos solos vos y yo... pero la verdad es distinta...
No queda nada de lo que no fue... es imposible esperar algo que no tuvo tiempo de madurar para presentarse frente a nosotros... las voces retumban en mi memoria... las miradas se clavan en mi cuerpo y mi voluntad poco a poco se desvanece...
Los sueños no pudieron ser soñados. Las flores no tuvieron tiempo de regalar su color a nuestras vidas... Estamos solos vos y yo... pero no puedo ni siquiera tocarte con un gesto...
La noche callada trae consigo una oración... es como si fuera que mas allá de todo lo que no pudimos compartir, existiera "una historia alternativa", una que quisiera despojarse de las maldiciones de la soledad... del robo de las sonrisas y la fe...
Estamos solos vos y yo... y aun cuando en el frío de este invierno inexistente, yo te busque para abrazarte, para amarte y pertenecernos mutuamente, la verdad es diferente. El ideal que tengo de tu existencia, no es la verdadera, no es la que llena de emoción mis latidos, ni es la que me acompaña todas las mañanas al despertar y me da un beso de buenos días.
Es más fácil esperar que el camino llegue a destino... que suponer que los sentimientos que abundan en mi corazón se hagan realidad... Es más fácil decirle al viento que me transporte al más allá... que intentar conocer tu verdad.
Estamos solos vos y yo... y no nos conocemos. Estamos solos vos y yo... y la soledad nos invade... no sé qué es lo que espero para abandonar este proyecto que no se concreta... Estamos acá mirándonos como dos adolescentes... cuando lo que sentimos es mucho más fuerte que la vida misma.
Qué hago para comprender?
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