En el vaso, el vino.
En la mesa, los platos sucios.
En los piso, los zapatos desordenados.
En tus manos, mis manos.
En la radio, la vieja canción.
En los ojos, el mismo brillo.
Cómo podría alejarme de vos? cómo podría entender lo que me pasa si vos no estás acá? cómo podría ser feliz sin compartir contigo mis sueños?
Sé que este proyecto que estamos construyendo juntos, nos une, nos eleva, nos pertenece... en cada sueño, te doy mi vida y en cada despertar tu vida es mía.
Que compartamos tantas cosas, que seamos tan compañeros, que nos amemos y nos respetemos por más de las diferencias, por más que a veces no estemos de acuerdo, nos fortalece, nos enseña a crecer... nos da la pauta de cuánto te amo y cuánto me amás.
Yo te pertenezco, siendo yo, siendo independiente, siendo valiente... siendo la mujer que soy... y la compañera, amiga y amante que quiero ser... siendo libre para elegir y siendo humana para equivocarme.
Vos me pertenecés tan libre, tan fuerte, tan seguro de vos mismo, dándome tu hombro para llorar... y llorando conmigo las tristezas. Siendo lo que sos y dando lo que tenés... teniendo la posibildad de elegir y de luchar por aquello que querés.
Te miro esta noche... y en tus ojos veo lo que quiero para mi vida. Veo al hombre que me complementa, me respeta, me ama y me admira.
Te miro y me doy cuenta de que lo que sos es lo que quiero para compartir mis sueños y mis proyectos. Yo daré lo mejor de mí para respetarte, amarte, quererte, valorarte... y cuidarte.
Te miro y me siento segura. Vos sos lo que yo quiero para crecer como ser humano.
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