martes, 14 de junio de 2011

Amenazas

Cuantas veces esperé una señal, la palabra justa, el momento indicado.

Cuantas veces esperé que después de la tormenta, vinieras a buscarme, me tomaras de las manos y juntos pudiéramos conquistar nuestro destino.

Cuantas veces, te soñé con los ojos abiertos, esperando que con un dulce beso me llevaras a volar.

Cuantas veces, mil!

Sin embargo, nada de lo que esperé se cumplió. Por más que quise creer día y noche que vos me pertenecías y que mi vida era tuya. Por más que quise entender cada uno de los gestos, cada una de tus locuras.

Esperé tantas cosas... y recibí puras decepciones. Lamenté no tener la fuerza para alzar mis alas, cuando todavía podía escapar sin salir herida. Te di mis voluntades y mis esperanzas.

Vi como una a una, mis poesías se deshacían en el viento... sin que tus labios pudieran pronunciarlas... dejé de creer en mi misma, por creerte, por esperarte... y por decepcionarme.

Las amenazas, de qué sirven hoy? de qué me sirven hoy las promesas... las culpas, las pocas palabras...

De consuelo me quedan mis sueños... que aunque cueste levantarse... uno a uno irán haciéndose realidad... me quedan las palabras que no pronunciaré... los besos que no daré y las caricias que me guardaré.

Amenazar con marcharme... no puedo... simplemente, me voy!

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